Cuando uno conoce a alguien hace de ese
alguien su norte, su centro de todo, lo convierte en un ser único y especial…
Tu mundo cambia…
Y quieres que esa persona este contigo
por siempre y para siempre…
Dejas muchas cosas por estar con esa
persona… (Familia, amigos, paseos, etc.)
Le das tu tiempo, tus sentimientos, te
entregas, dejas de ser tu para darle todo de ti…
Tanto que hasta el suspirar de esa
persona te gusta…
Aceptando todo para no perderlo o
perderla y hasta para protegerte tu mismo o misma de lo que sientes…
Pones a esa persona en una burbujita, en
un pedestal, donde nadie lo toque o la toque…
Donde nadie pueda alcanzarlo, ni
hacerle daño…
Porque? Porque lo quieres tener contigo
siempre…
Por el o por ella eres capaz de todo…
Hasta ir en contra del tiempo y las circunstancias…
Cuando la tienes o lo tienes cerca
piensa que vuelas…
Pero llega un momento que todo cambia…
Y te preguntas que paso…
Todo se vuelve difícil, ves las cosas
raras y se sienten raras…
Y te das cuenta que solo mendigabas
amor…
Pero tu corazón no entiende eso…
Y tratas de explicárselo, pero el corazón
no entiende de esto…
Y tratas de fingir que todo está bien…
para que tu corazón no se dé cuenta
Agonizas…
Y te preguntas y ahora que haré…
Como seguir si lo sigo o la sigo
amando…
Y tu corazón comienza a vagar por ahí,
desconsolado, herido, desorientado, confundido…
Y el corazón a gritos llamándolo o llamándola…
Como le explicas esto al corazón…
Solo la persona que ha pasado por esto
entiende a otro corazón…
Je, je aun recuerdas esa primera vez
cuando lo viste o la viste…
Tu corazón se quiere salir, y te
preguntabas quien es ese o quién es esa…
Como pregunto algún día Isaac al ver a
Rebeca… (Génesis 24:47)
Y como también pregunto Rebeca… (Génesis
24:65)
Cuando alguien nos impresiona preguntamos quien es esa persona?
Lo que me hace creer es que en ese instante hubo un interés de inmediato...
Pero, cuando toca decirle al corazón, basta... para de sufrir para de llorar el se va por ahí desconsolado, vacío, vagando por ahí sin saber que hacer
Lea creía que dándole un hijo a Jacob este le iba a amar...
Que tontas somos al creer muchas veces que por X o Y cosas nos pueden amar o podemos retener... el amor no lo puedes comprar
No construyas amor en cisternas rotas... que no tienen nada que ofrecerte
Lea buscaba aceptación, amor... como tal vez lo estas buscando tu
Decir adiós y explicarle al corazón no es tan fácil...
Dios consoló a Lea... sabía que fue menospreciada
Nunca
sabremos si Lea recibió el amor que deseaba obtener de Jacob…
A lo
mejor ya nunca más vuelvas a ver a esa persona que llegaste a amar con todo el corazón…
Pero de
algo si estoy segura y es que Dios consuela…
Y que
no se extraña de lo que no se habla, y dejas ir…
A lo
mejor nunca tengas la aceptación de esa persona pero de algo si estoy segura… y
es que el amor de Dios es tan profundo, en tan alto, tan ancho que no se
compara con los ratos de disque afecto, cariño que esa persona de puede o pudo
brindar….
Concéntrate en lo que tienes y no en lo que te falta, Porque Dios te está mirando y te dará lo que necesitas a su tiempo... lo está aun confeccionando
Y lo que no sirve al zafacón...
Muchas veces las cosas no son lo que aparentan ser...
Sobrevive al fracaso, al desamor, a la desilusión...
Somos personas marcadas por la
alienación de los demás y de nosotros mismos...
La vida raras veces, si acaso, es
plenamente satisfactoria…
La mayoría de las veces tiene cierto sabor a
insatisfacción…
No recibimos suficiente amor, ni
suficiente cuidado, ni suficiente honor, ni suficiente estima…
Tal vez recibamos casi lo suficiente, pero
nunca tanto como quisiésemos…
Eres Lea? Yo también fui una Lea…
Marcada
Oro a Dios para que HOY Dios obre un
milagro a través de tu tristeza…
Bendiciones…
© Copyright 2016 River Marie
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